jueves, 21 de noviembre de 2013

¿El futuro de lo ilógico?

Tienes las manos empapadas de una valentía aparente; los ojos se pierden entre sí, cada uno parece ser un alma independiente. Andas, caminas, miras un árbol. ¿Qué ves? ¿Vida? ¿Muerte? Tal vez.

Tu rutina baila al son del poder, un poder imaginario, más bien una idea bastarda materializada. La gente fuma, bebe, transfiere, consume. Operarios con voz amplificada. Un cortocircuito en tu oído, el acúfeno es el demonio heredado, un guardián ciego, inerte, pero omnipresente.

Tiras pan, recoges hambre; a los ríos los reemplaza el llanto, al perro el cantor, al cantor la hojalata, el aluminio y el carbono.

¿Sol? ¿Para qué sol, si la mentira lo ha tapado? De un balazo se bajaron a la luna; la aparente calma estalló en formas de plumas muertas.

El amor, el amor mató al mundo.

miércoles, 5 de junio de 2013

Maldita ansiedad.

Todo se sale de cauce, de control. Semanas y semanas tratando de sobrellevar esta enfermedad, y de repente, en una hora, todo se desordena. Imagino cuatro borrachos sacudiendo la baraja de dominó; qué difícil es armar el juego.

Amo mi vida, amo a mi hija, por eso sigo aferrándome a ella. Siento miedo a tantas cosas nuevas: miedo a vivir, a la gente, a los aires, los lugares, el clima, la frustración y la desidia.

Creo que en este momento nadie podría ayudarme; cada uno carga con sus propios problemas.


martes, 21 de mayo de 2013

Cómo imaginar que eres alguien.

Es difícil; nadie es realmente alguien, solo ideas enfermas y en deterioro. Pero, imagina por un momento: si fueras alguien, habitarías donde quisieras, no donde te toca; no trabajarías, ni lucharías, y mucho menos te perderías, porque ya serías alguien.

Si fueras alguien, sabrías la verdad, y eso seguramente te convertiría en la misma maldita idea. ¡Dejarías de ser!