martes, 22 de noviembre de 2011

La prueba

Ha pasado ya 1 mes y algo, no sé, esos días no los he querido contar, ya todo ha ido desapareciendo, la vida pone duras pruebas, esta, sin lugar ha sido mi real prueba de vida,
Sentí que iba a morir, a enloquecer, que iba a ceder un trozo de mi juventud.
Soñé mi funeral, soñé en las lágrimas de mi madre, soñé mi ausencia. Despertaba y seguía soñando, perdí mi YO, se fue por largo rato a descansar a mis hombros, viendo como mi cuerpo vivía solo ante mis necesidades diarias.
La risa también se dio unas buenas vacaciones, solo trabajó el llanto cual obrero hambriento; insomnio, apatía, rabia, impotencia y la maldita irrealidad.
Pero ya salió el sol, como a las 7 am, agazapado pero voraz. “Todo lo que viene, así mismo se vá” me dijo un gran amigo, y ya esto se desvanece día a día.
Fueron mis compañeros de ese viaje al infierno, Adios! No los extrañaré, váyanse y no vuelvan más, si algún día tocan mi puerta, entrarán, pero más tarde tendría que descansar, y en mi cuarto no dormirán más.
“Todo pasa por algo” es cierto, ahora llegó el momento de mi vida. Mi cuerpo y YO no daremos el brazo a torcer ¡No volvemos a sucumbir!